Nan Yan y Hua Shifang administraron acupuntura a Shen Junqing y Bai Chen respectivamente.
Habían estado en un sueño profundo por demasiado tiempo, su conciencia atrapada en un estado de inconsciencia. Era imposible saber cuánto tiempo tardarían en despertar por sí mismos.
Solo mediante la estimulación con acupuntura podrían salir de su sueño prolongado y acelerar su recuperación.
Shen Junqing sentía como si hubiera atravesado un sueño aparentemente interminable. Dentro de este sueño, revivía las sombras de su infancia, memorias a las cuales no se atrevía a volver. Se sentía como si estuviera atrapado en un abismo helado, donde el frío lo envolvía por completo.
Casi sucumbió a la negatividad, su mente tambaleándose al borde de la locura. Justo cuando sentía que descendía al abismo de sus recuerdos, un rayo de luz repentinamente iluminó la oscuridad, guiando su alma atormentada, instándolo a liberarse de sus cadenas y salvarse a sí mismo.