—El tono de Hua Shifang aún era calmado, con la intención de negociar con Sheng Mingtang.
—Hoy, deliberadamente no había traído a Sun Chan consigo, temiendo que su temperamento violento pudiera conducir a un conflicto.
—Sería mejor si la familia Sheng les permitiera partir de acuerdo con el acuerdo. Si se negaban, al menos no deberían empezar un conflicto en la superficie. Al regresar, él y Qin Lu podrían discutir la partida. No era sabio confrontarlos cara a cara, ya que eso le daría tiempo a Sheng Mingtang para prepararse psicológicamente y fortalecer sus defensas.
—Hua Shifang, ¿no es este lugar bueno? —preguntó Sheng Mingtang, cuyo semblante había mejorado notablemente en comparación con hace tres días.