Los ojos de Fu Jing brillaron momentáneamente antes de nublarse de desaliento —Soy solo un instrumento para que Li Yuan se defienda de las amenazas externas. Por supuesto, deseo dejarlo, pero su mente maquinadora y sus métodos despiadados me han mantenido en miedo todos estos años.
Fu Jing dijo en voz baja —No he encontrado oportunidad de escapar; quizás estoy destinada a pasar mi vida en este ambiente peligroso.
Gu Dai miró a Fu Jing con una expresión seria —Puedo ayudarte a escapar.
Para Fu Jing, las palabras de Gu Dai resplandecieron como un faro de esperanza en su oscuridad.
Fu Jing levantó la vista incrédula —¿Realmente puedes ayudarme a escapar?
Gu Dai asintió firmemente —Sí, pero necesitas cooperar conmigo.
En ese momento, la puerta se abrió bruscamente y Li Yuan entró, desprendiendo ira.