Agravado

—¿De verdad? —El tono del hombre era ligeramente contenido, como si no le creyera. Su mirada nunca se apartaba de sus labios.

—Por supuesto que es verdad. No te mentiría —dijo Qiao Nian amablemente.

Gu Zhou extendió la mano y acarició suavemente el bello rostro de Qiao Nian. Sus ojos se volvieron cada vez más brumosos. Con voz dulce, dijo:

—Nian'er, ¿qué crees que debo hacer para que te quedes a mi lado para siempre? ¿Y si yo nunca me fuera a ninguna otra parte?

El corazón de Qiao Nian tembló.

Su mirada no se parecía en nada a la de Zhou Zhou. Era más bien la del habitual Gu Zhou.

Se veía un poco diferente al habitual Gu Zhou. Parecía estar un poco enfermizo.

Extraño, ¿no era ahora Zhou Zhou?

¿Acaso Zhou Zhou tendría una tercera personalidad cuando se sintiera inseguro?

Era como si no la hubiera llamado Nian Nian justo ahora. Parecía haberla llamado Nian'er.

Además, lo que era incluso más extraño era que él no se había llamado a sí mismo Zhou Zhou justo ahora.