¿De verdad puedo?

Lu Zhu se sentía incómodo. Podía decir que Lu Rao no tenía intención de rendirse con Qiao Nian. Sentía que tenía que decirle a Lu Rao lo antes posible que Qiao Nian era Azúcar.

La expresión de Lu Zhu era seria mientras advertía palabra por palabra —Te estoy diciendo, puedes desear a cualquier mujer en el mundo, ¡pero a ella no!

Lu Rao miraba fijamente a Lu Zhu. Raramente había visto a Lu Zhu tan nervioso.

En el pasado, Lu Zhu siempre había parecido indiferente, como si nada tuviera que ver con él. Además, Lu Zhu nunca se había preocupado por él en el pasado.

¡Extraño!

¡Era realmente extraño!

Lu Rao miraba a Lu Zhu sin pestañear. Frunció el ceño levemente y preguntó —Hermano, si recuerdo correctamente, nunca te has preocupado por mi vida privada en el pasado. ¿Por qué te importa ahora?

Lu Zhu se sentía un poco culpable. Miró hacia otro lado, pero su voz era aún más seria que antes. Advirtió de nuevo —Ah Rao, déjame decirte. Nunca debes enamorarte de Qiao Nian, ¿entiendes?