Cariño

—¿Qué? —Lu Nian frunció el ceño ligeramente y preguntó confundido—. ¿Me estás diciendo que planeas encontrarte con Tang Rou hoy?

Tang Rou era la cita a ciegas que la Abuela Lu había presentado a Lu Nian. Los dos se habían encontrado unas cuantas veces.

—No es nada —dijo Lu Zhu indiferente—. Solo sentía que el nombre Tang Rou le sonaba familiar, pero no podía recordar quién era.

—¿O acaso Hermano quiere rechazar las buenas intenciones de la Abuela y enamorarse libremente, hmm? —La voz de Lu Nian subió ligeramente mientras preguntaba de manera casual.

—¿Qué? —La ceja de Lu Zhu se frunció más.

—Hermano, ya no tienes que ocultarlo más. Estás tan seriamente herido, pero aún así insististe en salir hoy. ¿No vas a encontrarte con tu amor secreto? ¿Qué otra cosa podrías hacer? —Preguntaba Lu Nian casualmente. Sus ojos se entrecerraron con una sonrisa, pero su mirada estaba fija en los ojos de Lu Zhu.

Lu Zhu salió y dijo fríamente: