Tía, ¡Para Ti!

Qiao Nian salió del centro de pruebas de paternidad. Dobló el informe y lo metió en su bolso.

Cuando se enfrentó al Doctor Li, aunque parecía tranquila, su estado de ánimo se hundió al fondo del pozo cuando caminó al estacionamiento subterráneo.

La lógica le decía que aunque Gu Zhou fuera el padre biológico de Gu Qi, esto solo podría significar que Gu Zhou le estaba ocultando esto.

¿Quién no tiene un pasado indescriptible?

Pero aún así estaba muy molesta.

Su mente estaba hecha un lío. Su racionalidad y sus emociones chocaban. Necesitaba considerar cómo enfrentarse a Gu Zhou y a Gu Qi en el futuro.

Después de que Qiao Nian se fue, el Doctor Li sacó su teléfono y llamó a Gu Zhou.

El Doctor Li pensaba que Segundo Joven Maestro Gu tardaría mucho en contestar su llamada, pero no esperaba que Gu Zhou contestara al instante.

Estaba atónito. De hecho, aún no había pensado en una excusa.

—¿Cómo está ella ahora? —la fría voz de Segundo Joven Maestro Gu sonó a través del teléfono.