Jurar

—Su hijo también era un genio famoso en la Ciudad de An. Ahora que la compañía de la familia Qiao estaba en manos de Qiao Yu, había dado otro paso adelante.

—La familia Qiao era tan sobresaliente. ¿Cómo podía ser un escoria como Su Xue?

—Si no fuera por Su Xue, ¿cómo podría la familia Qiao haber perdido toda su dignidad?

—Todo el trabajo duro que él y su hijo habían puesto en sus vidas entera había sido pisoteado bajo los pies de Su Xue.

—Su Xue escuchó las palabras de Qiao Nian y miró la cara de Qiao Shan, que se oscurecía. Se arrodilló frente a Qiao Shan y suplicó lastimeramente —marido, no escuches las tonterías de Qiao Nian. Realmente no hice nada para decepcionarte. ¿No te conté todo en detalle adónde iba en el pasado?

—Marido, por favor créeme. Realmente no haré nada para decepcionarte otra vez. Yo…

—Sin embargo, antes de que Su Xue pudiera terminar de hablar, Qiao Shan la pateó al suelo.

—La expresión de Su Xue cambió drásticamente. Miró a Qiao Shan con miedo.