Pérdida o Ganancia

Harper frunció el ceño. Tomó un pañuelo y se lo pasó a Amelia. —No llores. ¿No es vergonzoso llorar por un poco de dinero? A lo sumo, le daría todo el dinero que había ganado. El dinero no era más que una serie de números para él. Era insignificante. ¿Por qué alguien lloraría por cosas tan insignificantes?

Lucas se quedó sin palabras. Se dio la vuelta y regresó a su habitación. Luego, transfirió su dinero a Amelia.

Amelia lloró y eructó. Se limpió las lágrimas y negó con la cabeza. —No quiero el tuyo. Yo… yo puedo ganar mi propio dinero…

Emma miró con simpatía. —Solo acéptalo. La próxima vez que seas castigada, al menos tendrás dinero para mantenerte y no tendrás que recibir golpes —añadió—. Son unos cuantos millones de yuanes. Es suficiente para que seas castigada. —Con eso, agregó:

— No te preocupes, yo te daré mis sobres rojos en el futuro. ¡Te garantizo que podrás pagar la multa!

William: "…"

Harper: "…"

Lucas: "…"