Muramos Juntos

Los fantasmas maliciosos eran filiales con sus padres, cuidaban de sus hermanos, colmaban de atenciones a sus juniors y hasta ayudaban a la anciana a cruzar la calle. Cuando estaban vivos, eran amables y optimistas. Hacían todo lo posible por ayudar a quien pudieran, sin importarles en absoluto. Sin embargo, al final, fueron asesinados a machetazos por la persona más cercana a ellos. Vieron a su hermano menor enloquecer y descuartizarlos poco a poco. Vieron personalmente a sus hijos morir entre gritos de desesperación, por lo que estaban en la desesperación. En el momento de su muerte, estallaron con un gran resentimiento. La sangre en sus cuerpos tiñó sus ropas de rojo, y se convirtieron en fantasmas maliciosos con ropas ensangrentadas. Tras convertirse en fantasmas maliciosos, se reunieron alrededor de su hermano menor enloquecido. Él podía verlos, pero no les tenía miedo, y ellos no podían quitarle la vida...