Amelia dijo:
—¿Por qué no le llamamos Mimi?
Emma negó con la cabeza:
—No. Es demasiado común.
William:
—¿Qué tal Wolverine? ¡Todos tienen garras poderosas!
Los ojos de Emma se iluminaron:
—¡Claro!
Lucas se burló:
—¡Superficial!
William rodó los ojos:
—Entonces dime, ¿cómo deberíamos llamarlo?
Lucas tomó un vaso de agua y dijo con ligereza:
—Oro.
Emma dijo:
—Tu nombre es demasiado apresurado. ¿Lo llamas Oro solo porque lleva un cascabel dorado?
La pequeña cara de Lucas estaba fría, y no se molestó en explicarle a Emma. Oro era dinero. A Mia le gustaba tanto el dinero, así que eligió este nombre. Esperaba que en el futuro ella tuviera dinero sin fin.
William:
—Este nombre no es nada imponente. ¡No coincide con la personalidad de este gato de arañar a la gente siempre que hay un desacuerdo!
Amelia:
—¡Pero a mí me parece muy bueno este nombre! Oro, ¡a ella le gustaba Oro! Oro llevaba cascabeles dorados, ¡era adecuado!