Emma está lesionada

Andrés acababa de llegar corriendo, junto con la señora Walton, el señor Walton, William y Emma, así como Alex, que había vuelto corriendo en el último momento. Al final, escucharon esto.

—¿A qué te refieres con cortar las bolas de los gatos? —dijo Emma.

—… —dijeron todos.

La expresión de la señora Walton era siniestra. —¿Quién te enseñó eso?

Andrés se quedó sin palabras. Una gran gota de sudor frío le resbalaba por la frente. Normalmente veía a Jorge y Alex recibiendo una lección, pero no esperaba que fuera su turno algún día.

Andrés instintivamente miró a Alex, quien inmediatamente levantó su mano. —No me mires a mí. Esta vez de verdad no fui yo.

—Mia, ¿quién te enseñó esto? —preguntó la señora Walton con una sonrisa.

Amelia vio a Andrés parpadeando desesperadamente. Sus ojos destellaron. Bajó la cabeza y susurró:

—Fue... el tío Sang me enseñó.