No lo dije

—¿??? —dijo Amelia.

—… —dijo Jorge.

—¿Y luego qué? —preguntó Siete con interés.

—Resulta que el protagonista abandonó el hotel a toda prisa porque tenía un compromiso —continuó William—. Le dijo a los guardaespaldas que recogieran a una mujer y que esa mujer tenía su reloj y que sería la futura Sra. Presidenta. La mejor amiga estaba encantada. Tomó el reloj y subió al coche. ¡Juro matar a la protagonista para que no se expusiera y se sentara firmemente en la posición de Sra. Presidenta! En fin, es ese tipo de novela. El principio es que el protagonista reconoce a la persona equivocada. De todos modos, es la persona equivocada. ¡Entonces, la actriz de reparto reemplazará a la protagonista!

—Cuanto más hablaba William, más enfadado se sentía —comentó—. ¡Si ese era el caso, entonces él y su hermano eran como niños en novelas románticas llevados por la corriente por la protagonista!

—¡Guau! —exclamó Amelia—. Aunque no entendía, sentía que era muy poderoso.