¿Por Qué Sigue Tu Cara Negra?

Amelia estaba confundida.

—¿Cómo es eso? —preguntó Amelia.

La Señora Walton, inconscientemente, miró hacia abajo y se percató de que los dedos de Ling apuntaban hacia adelante. En otras palabras, llevaba la ropa del revés...

La Señora Walton se llevó la mano a la frente.

Jorge se acercó. Su figura alta y erguida casi bloqueaba la luz. Guardó silencio por un momento antes de finalmente avanzar para tomar la mano de Ling y meterla en su manga.

—Ha pasado demasiado tiempo —dijo Jorge ligeramente—. Aún tienes que vestirte correctamente. No asustes a la anciana.

Amelia había estado ocupada en la habitación por más de una hora. No podía soportar verla seguir ocupada. Se quedó en la puerta de la habitación y metió las manos de Ling en sus mangas. Luego, dio vuelta la ropa y la enderezó.

—Dame tu mano —dijo Jorge.

La expresión de Ling era vacía mientras miraba fijamente a Jorge.

Jorge fue paciente.

—Manos —dijo.