La señora Walton era muy paciente. Levantó la mano y le hizo un gesto a Ling para que mirara sus palillos. —¿Qué tal esto? Toma tus palillos y come... —Al ver la adorable cara de Ling, la señora Walton impotente tomó un pañuelo y se lo entregó. William rápidamente lo tomó y le limpió la cara a ella.
—Tienes que usar palillos. Come así. —William sostuvo sus palillos y recogió algo de comida mientras demostraba cómo usarlos. Amelia también tomó sus palillos para enseñarle.
Ling miraba y miraba. Observó a William y luego a Amelia. Sus dedos se movían ligeramente sobre su regazo, pero antes de que pudiera aprender, William y Amelia ya no podían comer más.
—No, no puedo enseñar más. ¡Mi estómago va a explotar! —dijo Amelia.
—Yo tampoco puedo comer más. Eructo, hermano, tú hazlo —dijo William.
Lucas se burló. —Aburrido. —Lanzó una rápida mirada a Ling, con los ojos conflictuados.