El corazón de Shen Sisi estaba hecho un desastre. Si su reputación se manchaba, nunca sería aceptada por ninguna familia rica, mucho menos en la industria del entretenimiento. ¿Alguien se casaría con ella? ¿Zhuang Li la querría? ¿Cheng Songyang la despreciaría? Si ese fuera el caso, ¡su papá Shen Yong nunca la perdonaría! ¿Tenía Yang Xue pruebas en sus manos? No, no las tenía. ¿Cómo podría una mujer estúpida como Yang Xue tener alguna prueba?
—Yang Xue, qué bien. Hermana Hanxing está dispuesta a ayudarte. ¡Por fin podrás vivir una buena vida! —Shen Sisi puso los ojos en blanco y mostró una sonrisa encantada—. No tengo forma de interferir con el contrato que la compañía firmó contigo. Sin embargo, es diferente si Hermana Hanxing puede ayudarte. ¡Las cosas serán mucho mejores! Yang Xue, tu futuro es brillante. Debes ser más abierta de mente.