—Mocoso, te estoy advirtiendo que te alejes de esto —después de tanta lucha, el hombre rubio había perdido la paciencia. Estaba extremadamente furioso. Miró a Zhuang Li como si quisiera matar a alguien—. Te estoy advirtiendo. No te detendré si te vas ahora. ¡Pero si quieres meterte, no te dejaré ir! —mientras decía eso, el gamberro a su lado apretó los puños y miró ferozmente a Zhuang Li.
La expresión de Zhuang Li cambió ligeramente. Apretó los dientes —De ninguna manera. Esa es mi novia. ¡No te permitiré lastimarla!
—Mierda. Si no me haces caso, ¡tendrás que aprenderlo de la manera difícil! —el hombre rubio rió siniestramente y señaló a Zhuang Li—. Atrapa a este tipo. ¡Voy a joder a su novia delante de él hoy!