—Tengo suficiente tiempo para ir a la universidad. Quiero intentar y ver si puedo iniciar esta empresa nuevamente —sacudió la cabeza y dijo Shen Hanxing.
—Dado que tienes esa idea, yo les informaré —Shen Hanxing no tenía experiencia en dirigir una empresa, pero Ji Yan dijo esas palabras sin dudar cuando escuchó que ella quería hacerlo—. Si lo quieres, te ayudaré a conseguirlo.
—¿Por qué era Ji Yan tan bueno? —se sintió conmovida Shen Hanxing—. En cuanto a esta empresa, en realidad era un esfuerzo un poco ingrato. Aunque esta empresa tenía algunas conexiones con el gobierno, el gobierno no podía ayudarla abiertamente. A lo sumo, darían algo de tratamiento preferencial político. Si no se hacía bien, sería fácil que se reflejara mal en el gobierno. No habría recompensa si se hacía bien. Ji Yan conocía todos los pros y contras, pero aún así estaba dispuesto a ayudarla.