Es demasiado vergonzoso

Después de que Ji Yan dijera esto, alguien estalló en carcajadas. El rostro de Zhuang Li se ensombreció al instante. Se giró con un aspecto sombrío pero no pudo encontrar a la persona que se reía a sus espaldas. ¡Una humillación como esa era algo que el orgulloso Zhuang Li jamás olvidaría! Si no fuera por Zhuang Yu, esa perra, que en vez de casarse y tener hijos, vino a luchar por el derecho de herencia con él, ¿por qué sería despreciado por los demás?

Los ojos de Zhuang Li se tornaron un poco sombríos. Miró fríamente a Ji Yan y rió con desdén —Bien. Muy bien. Ya que el Presidente Ji me desprecia, no tengo más que decir—. Lo había dicho por la rabia, pero Ji Yan de hecho asintió y dijo —¡Así es mejor! ¿Ji Yan realmente admitía abiertamente que despreciaba a Zhuang Li?