—Quizá fue porque el sol sobre el mar estaba demasiado caliente, pero Shen Hanxing sintió que sus mejillas ardían. No pudo evitar fruncir los labios y rizar sus dedos. Era una sensación indescriptible. Sentía que el fondo de su corazón estaba cálido y dulce, como si estuviera sumergido en agua de miel tibia. También era como un dulce sueño, haciéndola sentir un poco intoxicada por un momento. Shen Hanxing no sabía qué visión tan conmovedora era para otros ver cómo los rincones de sus ojos se enrojecían y la ternura se filtraba desde el fondo de sus pupilas.