La cara de Ji Yan se oscureció instantáneamente. No pudo evitar atraer a Shen Hanxing hacia sus brazos, sintiendo su cuerpo suave y esbelto contra el suyo. Suspiró y apretó los dientes de satisfacción. —Señora, no serás arrogante por mucho tiempo. ¡Después de la boda, tendrás todo el tiempo para suplicar misericordia!
Shen Hanxing pudo sentir la temperatura corporal creciente de Ji Yan. Las comisuras de su boca se curvaron involuntariamente y su corazón también ardía. No era una persona anticuada. Cuando estaba enamorada, no le importaba si avanzarían más. Sin embargo, podía sentir el respeto y el amor de Ji Yan por ella. Mientras más se contenía, más mostraba su profundo amor por ella, y estaba muy conmovida. Era fácil entregarse, pero era difícil contenerse.