No lo conseguirás

Shen Hanxing se sintió aún más atraída por el ramo al pensarlo. Bajó la cabeza y olfateó. La fragancia la asaltó las fosas nasales, y el olor era fresco y conmovedor.

—Me gusta mucho. Gracias por tu regalo, Sr. Ji. —Shen Hanxing sonrió, su mirada llena de auténtica alegría. Después de una breve hesitación, se puso de puntillas y depositó un beso suave en los labios de Ji Yan—. Gracias por tomarte la molestia de conseguir estos, Sr. Ji. —Sostenía el ramo como si fuera un tesoro valioso. Este ramo de flores silvestres no tenía valor, pero la amable intención de Ji Yan era invaluable.

—Me alegra saber que te gusta, Sra. Ji —Ji Yan suspiró aliviado al ver que a Shen Hanxing le gustaba el ramo. Nunca había hecho nada romántico antes y nunca había considerado a quién complacer. Esta era la primera vez que hacía algo así. Afortunadamente, el resultado fue aceptable.