—Famosa Ye, ¿cómo puedes decir eso? —La actitud de Nombreless Nie dio un giro de 180 grados y forzó una sonrisa—. Esas reglas que mencioné hace un momento solo se aplican a otras personas; no se aplican a ti en absoluto. Además, ser un guardaespaldas no es ilegal y tal vez no tengamos que usar la violencia, ¿verdad?
Devoto: «…»
Rociada de Flores: «…»
Extranjero que mueve ladrillos: «…»
Hermoso hombre iceberg: «?»
Ye Wanwan miró a Nombreless Nie y sonrió con sencillez.
—Olvídalo. Siento que los estoy forzando a todos. Además, está en contra de sus principios usar la violencia.
—¡No, para nada! No nos sentimos forzados en absoluto —Nombreless Nie sacudió la cabeza sin parar—. Estamos muy dispuestos a ser los guardaespaldas de Famosa Ye. Te encargarás de nuestras comidas y boletos de avión… ¿dónde más podríamos encontrar un trato tan bueno, eh?
—¿De verdad? —Ye Wanwan sonrió.
—¡Por supuesto! —Nombreless Nie fue contundente. Miró a los demás—. ¿Tengo razón?