Dion Rodríguez sabía que su hija no lo creía.
Antes de esto, él tampoco lo creía.
Molly Walker, que se perdió de niña y fue criada por una anciana, no podía tener semejante trasfondo.
Pero extrañamente, la mujer que la crió fue el primer amor de Stephen Crane, y era la hija de Daniel Thompson. Todas estas coincidencias parecían extremadamente improbables.
Tal persona, me temo, no sólo tiene habilidad, sino también una suerte innata.
—Molly Walker y Gillian Thompson están en desacuerdo entre sí. Al elegir ayudar a Gillian Thompson, te estás oponiendo a Molly Walker —Dion Rodríguez frunció el ceño—. No quiero que te opongas a Molly Walker.
—Hasta ahora, nadie que se ha opuesto a ella ha tenido un buen final.
—¿Entonces debemos asustarnos porque no hemos tenido un buen resultado? —Catrina Rodríguez se mostró provocativamente asertiva—. Papá, ¿deberíamos asustarnos?