Emma Smith no hablaba, solo clasificaba aquel sucio con una expresión impasible que no revelaba ninguna emoción.
...
En el Hospital Nanyang Primero, en la unidad de cuidados intensivos.
Daniel Thompson yacía en una cama de hospital, disfrutando de la vida cómoda que le brindaban los cuidadores.
Un cuidador le daba un masaje, otro limpiaba la habitación, mientras otro le alimentaba.
Los tres cuidadores lo atendían como si fueran sirvientes.
Daniel Thompson tenía una sonrisa radiante y lucía completamente tranquilo.
—Si hubiera sabido que llevarme bien con Ivy me traería tan buenos días, no habría peleado con ella en primer lugar —reflexionaba Daniel Thompson mientras yacía boca arriba.
Había estado en desacuerdo con su hija durante tanto tiempo, la gente decía que tenía un tornillo suelto, y ahora parecía que tenían razón desde el principio.