—Buscaba emoción. Su Youwei resultaba ser quien podía satisfacerlo. Además, Su Youwei fue en un tiempo su luz de luna. Mientras la viera a Su Youwei, su corazón se agitaba.
—Posteriormente, se desarrolló al punto de que no podía dejar a Su Youwei en absoluto. Es más, Su Youwei estaba embarazada de Lin Qinghe y no deseaba su estatus. Solo quería estar a su lado. ¿Cómo podría él no sentirse tentado?
—De no ser por el anciano maestro, Lin Shiming habría seguido adelante hace mucho tiempo. Era imposible para él permitirle quedarse.
—Incluso usaría la misma réplica de antes. Pero hoy, con el Viejo Maestro Fu presente, no se atrevió a replicar.
—Shi Qian decía la verdad —dijo ella—. De repente sintió que realmente era el tipo de persona de la que Shi Qian estaba hablando.
—Lin Shiming permaneció en silencio —dijo él—. Lin Qinghe estaba extremadamente ansiosa.
—Hermana, mi madre realmente no quería lastimarte a ti y a tu madre —dijo débilmente Lin Qinghe.