Celoso de Nuevo

Shi Qian lo apoyaba y también estaba sorprendida por él.

—Song Yan, ¿estás bien? —preguntó Shi Qian.

—¿Qian Qian? —Song Yan levantó la vista hacia Shi Qian con alegría en sus ojos.

—¿Por qué te quedaste dormido aquí? —Shi Qian preguntó de nuevo.

—Yo... leí un informe de investigación hasta muy tarde ayer —explicó Song Yan suavemente.

Shi Qian se dio cuenta de que Song Yan tampoco se veía muy bien. Su barba había crecido. En su memoria, Song Yan nunca había estado tan desaliñado.

—No te canses demasiado. Tienes que descansar. Por cierto, ¿por qué estás aquí? ¿Todavía estabas dormido?

—Vine a visitar a la tía y me sentí un poco incómodo, así que pensé que descansaría aquí un rato. No esperaba quedarme tan dormido que me quedé dormido.

—¿Te sientes mejor ahora? ¿Quieres que te consiga un vaso de agua caliente?

—¡No! —Song Yan se negó de inmediato. Agarró la muñeca de Shi Qian con fuerza—. Si tienes tiempo, ¿puedes sentarte conmigo un rato? Sólo un momento.