No solo puedo apoyarte, también puedo romperme la espalda por ti

—No sé cómo manejar una empresa —Shi Qian entró en pánico todavía más.

—Contrataré a alguien para que la maneje. Solo tienes que escuchar el informe. Sin embargo, no puedes ser perezosa. Tienes que aprender a dirigirla. En el futuro, habrá un negocio familiar más grande que gestionar —Fu Sinian estaba haciendo planes para el futuro.

—Me da miedo no hacerlo bien.

—Creo que sin duda puedes hacerlo. Si mi asistente no puede enseñarte, te enseñaré yo mismo —dijo Fu Sinian con una sonrisa.

Shi Qian bajó la cabeza y terminó de leer los documentos que tenía entre manos.

—¿Todo lo que tengo que hacer es firmar estos?

—Sí —Fu Sinian ya había destapado el bolígrafo y se lo entregó a Shi Qian.

Shi Qian firmó su nombre en los documentos.

Chen Song inmediatamente los guardó y se fue suavemente. —Presidente Fu y Señora, voy a tratar el resto primero.

Shi Qian aún sostenía el bolígrafo con fuerza. Todo esto se sentía como un sueño.