—Rong Qi esperó mucho tiempo pero no vio reaccionar a Fu Sinian.
—¿Era él tan tranquilo?
—¿Esta vez, el amante celoso en realidad no reaccionó?
—Al pensar en la apuesta que había hecho con Fu Sinian, no pudo evitar temblar.
—No, no podía rendirse. Tenía que provocar a Fu Sinian con fuerza.
—Xiao Yan caminó y entregó a Rong Qi una botella de agua mineral.
—Tercer Maestro, no es suficiente tener una pequeña agente de inteligencia como Melocotón. ¿Todavía planeas hacerlo tú mismo? —Xiao Yan bromeó.
—Es verdad. ¡Esto afecta mi reputación! ¿Cómo no voy a estar ansioso? ¿Crees que puedo agitar al Joven Maestro Fu a estar celoso según mi método? ¿Qué opinas al respecto? —Rong Qi preguntó a Xiao Yan con expectativa, queriendo que Xiao Yan le diera una idea.
—Yo me mantendré más alejado y observaré —respondió Xiao Yan con una sonrisa.
—Rong Qi se quedó sin palabras.