—No te preocupes. Solo se desmayó y sigue viva. La estás viendo ahora. También tengo que probar la mercancía —Su Ruoqing caminó en dirección de Fu Sinian.
Fu Sinian miró alrededor. Había más de diez personas que podía ver.
Se preguntaba cuántas personas Su Ruoqing había escondido en este barco.
—Su Ruoqing, ya estoy en el barco. Deja ir a ella primero. Aún puedo ser tu rehén si me quedo en el barco. Mantenerme como rehén te beneficia más que mantener a mi suegra. Conmigo cerca, te garantizo que podrás llegar seguramente al País H después de obtener el artículo —de repente dijo Fu Sinian.
Su Ruoqing de repente sonrió. —Fu Sinian, sabes cuánto deseo que te quedes a mi lado. No puedo esperar a que te quedes a mi lado para siempre.
Mientras hablaba, la mirada de Su Ruoqing cayó en la caja.
—De hecho, no es imposible dejar ir a Shi Qiuran. Eso depende de cómo planeas quedarte —Su Ruoqing miró a Fu Sinian con ojos seductores.