Qian Qian ha vuelto

—¡Qian Qian! ¿Cómo estás? —Song Yan miró a Shi Qian nerviosamente.

Tardó unos segundos en respirar con normalidad, pero su rostro seguía pálido. ¿Cómo podría aceptar este desenlace?

Su Ruoqing sería extraditada, lo que equivalía a no ser castigada en absoluto.

¡Su Ruoqing había cometido claramente un crimen tan atroz!

—¿Extradición? Jaja, extradición... —Shi Qian soltó una risa triste.

Qué mundo tan ridículo.

Sus ojos brillaron con lágrimas, pero las contuvo.

El corazón de Song Yan se dolía al verla así.

—Qian Qian... —Él quería consolarla, pero se dio cuenta de que no sabía qué decir.

De repente, el teléfono de Song Yan sonó.

Identificador de llamadas: Bai Jianshen.

Contestó.

—Sr. Song, ¿está la Sra. Fu con usted? —Song Yan sintió que las palabras "Sra. Fu" eran muy chocantes.

—El Sr. Fu y Qian Qian ya han completado los procedimientos de divorcio, ¿cierto? —respondió.