Aún hay... Asuntos Pendientes que Atender

—¡No es de extrañar que seas el líder, tiene sentido! —exclamó ella.

***

Al llegar al ascensor, Lu Man tenía una mirada de disculpa. Sin embargo, antes de que ella pudiese siquiera hablar, Han Zhuoli dijo:

—No necesitas disculparte, primero ocúpate del asunto. Yo ordenaré algo de comer, tú puedes llamar a Mamá, para informarle que hoy no podremos regresar a cenar.

—Está bien —sonrió Lu Man. Aprovechando que el ascensor aún no llegaba, se puso de puntillas y besó en los labios a Han Zhuoli.

Este hombre sabía exactamente lo que ella estaba pensando incluso antes de que dijera algo.

¡Cómo podían tener tanta química!

Debía ser porque él la entendía excepcionalmente bien y la cuidaba.

Han Zhuoli era simplemente tan atento y considerado con ella.

En ese momento, la mirada de Han Zhuoli cambió y sus pupilas se oscurecieron.

Lu Man se sintió nerviosa por un momento. Justo cuando pensó que Han Zhuoli la iba a presionar contra la pared, la puerta del ascensor se abrió con un "ding".