—Incluso si estoy contagiado, no tengo miedo —Lu Man no se fue y en cambio sostuvo su rostro y lo besó en los labios.
Palpar su boca, ella deslizó su caliente lengua dentro de su boca.
Han Zhuoli se sentía muy indefenso, pero había una suavidad y calidez indescriptibles en su corazón. No pudo evitar apretar más su abrazo hacia ella.
Después de un largo rato sin aliento, Lu Man dejó de besarlo y dejó un pequeño beso en su frente —Ve a dormir, te recuperarás más pronto.
Han Zhuoli quería su aseguramiento —Dijiste que cuando no esté enfermo, está bien que hagamos lo que yo quiera, ¿verdad?
Lu Man asintió con la cabeza felizmente —Por supuesto, siempre cumplo mi palabra.
Cuando él ya no estuviera enfermo, ella ya habría entrado al grupo de producción, ¿qué más podría hacer él?
Lu Man tenía una mirada astuta en su rostro.
Viendo su expresión, Han Zhuoli sabía que ella estaba siendo astuta de nuevo.