De Día a Noche

La protesta de Lu Man fue inútil. Intentó patear, golpear, todo pero fue todo inútil. Al final, estaba sollozando y llorando, sintiéndose muy desdichada.

¡Este hombre no tiene autocontrol!

¡Se pasó de la raya!

—Ya, ya —finalmente, después de un buen rato, Han Zhuoli se sentía satisfecho y lleno. Le besó las lágrimas en la esquina de sus ojos mientras la consolaba—. Está bien, está bien. Ya está bien.

Completamente agotada, Lu Man no tenía siquiera fuerzas para abrir la boca. Quería dormir pero Han Zhouli la había atormentado tanto que ahora ni siquiera podía dormir.

Finalmente, cuando Han Zhuoli la soltó, ya era de mañana.

Disgustada con él, Lu Man le pateó la pantorrilla.

—Quiero dormir —dijo Lu Man.

—Vale, vale, vale, duerme —la persuadió Han Zhuoli mientras la abrazaba.

En este momento, la mente de Lu Man estaba ocupada con un solo pensamiento. Un hombre que ha quedado satisfecho accedería a cualquier cosa.

***