Pensando en la personalidad de Lu Qiyuan, Xia Qingwei honestamente sentía que podría hacer cualquier cosa.
—Simplemente tengo miedo de que por Lu Qi, sin vergüenza alguna, vaya a buscar a Zhuoli. Zhuoli definitivamente no estaría de acuerdo en nada. Honestamente, aunque él es mi padre biológico, no lo reconozco y Zhuoli tampoco, así que es inútil que busque a Zhouli. Pero aún así —muy honestamente— es demasiado repugnante que peste a Zhuoli, y que peste a la familia Han —imaginando el escenario, Lu Man apretó el puño.
—Estando con Zhuoli, no puedo ayudarlo en nada, pero al menos no puedo permitirme ser una carga para él. Los mayores en la familia Han también me tratan tan bien y realmente me consideran parte de su familia. Cuando estoy agraviada, ellos se preocupan más que nadie y por eso no puedo permitir que Lu Qiyuan y Xia Qingyang los acosen y les den asco. No puedo dejar que se vean implicados y se sientan molestos por mi culpa —añadió Lu Man.