—Oye, no nos molestaron en absoluto, y además, ya te has mudado, él no volvería a venir más —después de mencionar esto, el vecino mayor no dijo nada más.
Lu Man le agradeció de nuevo y colgó el teléfono.
—¿Qué pasa? —preguntó Han Zhuoli.
Lu Man le contó sobre ello. —Probablemente intentará encontrarme en la escuela el lunes. Como ya lo sé de antemano, no podría encontrarme.
—Oh, ya veo qué es lo que pasa. No te preocupes, no irá el lunes —dijo Han Zhuoli con una sonrisa.
—¿Por qué? —Lu Man tenía curiosidad.
—Esto también es una coincidencia. No sabía que estaba pensando en buscarte, pero simplemente no podía soportar dejar que llevara una buena vida —dijo Han Zhuoli—. Así que haré que una fábrica en el sur tenga algún problema repentino. Probablemente tenga que ir a resolverlo el lunes.
Por supuesto, sería inútil incluso si fuera allí.