Después de subir al escenario, solo había un foco iluminando a Lu Man.
Lu Man mantuvo la mirada hacia adelante, como si estuviera mirando a la hija en la película.
Desde un ahogo silencioso hasta una lenta y débil caída de rodillas, desde un largo y lento olfateo hasta un sollozo rápido, las lágrimas brotaron de repente.
Miró hacia el aire como si su hija, que tenía un rencor contra ella, estuviera allí de pie.
—Déjame pedirte disculpas.
…
—¿De dónde has salido? ¿Eh? Todos estos años, ¿por qué no me mandaste ni una sola carta?
…
—¡He echado de menos a los dos cada día! He extrañado a ambos durante 32 años.
…
El sollozo de Lu Man empeoraba cada vez más, y ella levantó sus dos manos para abrazar el rostro inexistente frente a ella.
Usó su habilidad para mostrarles a los jueces que, incluso si no había actores enfrente suyo, incluso si no había nadie, hacia el aire vacío, ella aún podía actuar!