Y así, nunca había celebrado su cumpleaños adecuadamente.
Después de mucho tiempo, ya no le importaba su cumpleaños.
Ni siquiera pensaba que a la gente le importaría.
Parecía que, desde que podía recordar, no tenía conciencia alguna de cuándo era su cumpleaños.
Por eso, ni siquiera mencionó nada sobre celebrar su cumpleaños a Han Zhuoli, ni siquiera dio pistas.
Han Zhuoli miró a Lu Man, sintiendo un dolor en el corazón como si hubiera sido pellizcado.
Esta chica, era muy fuerte la mayor parte del tiempo, pero a veces, le hacía doler tanto el corazón.
Después de notar que su mirada no era la misma, Lu Man levantó la cabeza para mirarlo. Estaba a punto de preguntar qué pasaba cuando un sonido de sorpresa la interrumpió. —¡Joven Maestro Han! —exclamó conmocionada.
Lu Man miró y vio que Ni Xue estaba en la entrada del teatro y había
Solo entonces se dio cuenta Lu Man de que de alguna manera ya habían llegado a su destino.