Yan Jinyi se sintió satisfecha al ver el dinero de Leng Yuxi deducido de su tarjeta.
—Maldita sea, te hice perder tanto dinero pero aún así sigues siendo tan engreída. ¡Huo Xishen no es tan importante como el dinero!
—Señorita Leng, ya que me has dado esta ropa, me corresponde a mí decidir qué hacer con ella, ¿verdad?
Leng Yuxi guardó su tarjeta, con el corazón dolido por la gran suma de dinero que acababa de gastar. Inicialmente quería usar el dinero para humillar a Yan Jinyi para que Yan Jinyi supiera la diferencia entre ellas, pero no esperaba gastar tanto dinero de una sola vez.
¡Incluso sentía que Yan Jinyi lo hacía a propósito!
—Sangsang, pon esta ropa a la venta con un descuento del 50% en la entrada por orden de llegada.
«¿Descuento del 50%?»
—Jinyi, ¿estás loca?
—¿Parezco estar loca? —respondió Jinyi seriamente.
«Si no lo estás, ¿por qué las vendes con un 50% de descuento?»