Wenyu Su

Como líder de bandidos, Yan Jinyi ha sido una bravucona durante veinte años y terminó causando su propia muerte.
Lo siguiente que sabe, es que despierta y descubre que se ha convertido en la Segunda Joven Señora de la Familia Huo. Empuñando su cuchillo, Yan Jinyi comienza a lanzar su peso alrededor con arrogancia de nuevo.
El Joven Maestro Huo dice:
—Si todavía estoy soltero, probablemente me casaría con mi cuñada.
El Tercer Joven Maestro Huo dice:
—Si pudiera volver atrás en el tiempo, habría competido con mi hermano por casarme con mi segunda cuñada.
La Señorita Huo dice:
—Si yo fuera hombre, ¡mi segunda cuñada sería mi mujer!
Un CEO dice:
—Pensé que era lo suficientemente sinvergüenza, ¡pero no esperaba que Yan Jinyi fuera más gamberro que yo!
El Mejor Actor dice:
—Huo Xishen, ¿por qué todavía no estás divorciado?
El Segundo Joven Maestro Huo señala a Yan Jinyi y dice:
—Ella es mía.
Corre el rumor de que la segunda nuera de la Familia Huo puede golpear a una rompehogares y es especialmente buena para hacer dinero. Innumerables pesos pesados están haciendo cola para ponerle los cuernos a Huo Xishen.

Señora es una figura sensacional en la ciudad

—¿De dónde salen todas estas buenas tramas?


Desafortunadamente, no era buena en literatura. De lo contrario, realmente habría querido escribir ella misma un buen drama o película.


—La Segunda Joven Maestra Huo sí se enfermó una vez el año pasado. En realidad, no se consideraba que estuviera realmente enferma —Zhang Guoquan llevó el bistec cortado y cuando escuchó su conversación, no pudo evitar intervenir.


Los ojos de Yan Jinyi se iluminaron. —¿En serio?


—En algún momento de febrero o marzo, tuviste un ataque al corazón repentino mientras filmabas, Segunda Joven Maestra Huo. Estaban a punto de declararte muerta, pero de repente fuiste resucitada.


—Maldición, ni siquiera puedo recordar algo tan importante.


Huo Qingyuan preguntó, —¿Cuándo ocurrió? ¿Por qué no recibí ninguna noticia?


Huo Zihang dijo, —De ninguna manera voy a casa todos los días. ¿Cómo es que no me enteré?


Huo Chengyu preguntó, —¿Realmente pasó algo así?


No me importa morir juntos