Robando a una Temprana Edad

Yang Qing se recostó en el sofá con los ojos pegados a la pantalla del ordenador. —Jaja, vamos a hacer un golpe de suerte. Esa tonta de Yan Jinyi.

—Tía, gracias por ayudarme —Leng Yuxi se agachó frente a Yang Qing, apoyando su cabeza en su rodilla con una sonrisa de suficiencia en el rostro.

—¿Por qué me agradeces? Somos una familia —dijo Yan Jinyi, tocando la parte superior de la cabeza de Leng Yuxi—. Mientras tú estés feliz, yo definitivamente te ayudaré a recuperar a Huo Xishen. Yan Jinyi pagará el precio por ello.

—Eres tan buena conmigo, tía —Leng Yuxi estaba al borde de las lágrimas.

—Niña tonta, eres la única chica en nuestra familia, ¿a quién más debería mimar si no a ti?

Las dos comenzaron a idear la siguiente parte de su plan. En ese momento, Yan Jinyi estaba sentada en el coche de Tan Sangsang mientras iban a recoger a Mu Mu juntas.