—Huo Qingyuan, ¿qué acabas de decir? —preguntó Huo Qingyuan.
—¿Eh? ¿Qué dije? Segunda cuñada, ¿escuchaste mal? —comenzó a fingir ignorancia y preguntó Huo Qingyuan.
—¿Estás segura? —sonrió Yan Jinyi.
—…
—¿Por qué iría a casa tan rápido? ¿No es bueno salir con mis amigos?
—Señor Huo, ¿estoy en la lista de los más buscados? —se volvió hacia Huo Xishen y dijo con una sonrisa en su rostro Yan Jinyi.
—Sí.
—¿Es por eso que me llevaste a un viaje?
— —frunció los labios finos y no respondió Huo Xishen.
—Huo Xishen. —miró en sus profundos ojos y de repente sintió una sensación cálida y difusa en su corazón Yan Jinyi.
—¿Eh? —preguntó Huo Xishen, quien raramente lo llamaba por su nombre, cuando levantó los ojos.
—¿Te mataría admitir que te gusto?
—Cariño, te preocupas demasiado. —frunció el ceño, pero rápidamente se relajó de nuevo Huo Xishen.
—¡Pfsh! Doggy Huo, realmente eres cobarde. Te odio.
— —resopló fríamente y subió rápidamente las escaleras Yan Jinyi.