Wenyu Su

Como líder de bandidos, Yan Jinyi ha sido una bravucona durante veinte años y terminó causando su propia muerte.
Lo siguiente que sabe, es que despierta y descubre que se ha convertido en la Segunda Joven Señora de la Familia Huo. Empuñando su cuchillo, Yan Jinyi comienza a lanzar su peso alrededor con arrogancia de nuevo.
El Joven Maestro Huo dice:
—Si todavía estoy soltero, probablemente me casaría con mi cuñada.
El Tercer Joven Maestro Huo dice:
—Si pudiera volver atrás en el tiempo, habría competido con mi hermano por casarme con mi segunda cuñada.
La Señorita Huo dice:
—Si yo fuera hombre, ¡mi segunda cuñada sería mi mujer!
Un CEO dice:
—Pensé que era lo suficientemente sinvergüenza, ¡pero no esperaba que Yan Jinyi fuera más gamberro que yo!
El Mejor Actor dice:
—Huo Xishen, ¿por qué todavía no estás divorciado?
El Segundo Joven Maestro Huo señala a Yan Jinyi y dice:
—Ella es mía.
Corre el rumor de que la segunda nuera de la Familia Huo puede golpear a una rompehogares y es especialmente buena para hacer dinero. Innumerables pesos pesados están haciendo cola para ponerle los cuernos a Huo Xishen.

Señora es una figura sensacional en la ciudad

—Yan Yan, montaré por mí misma un rato y luego daré un paseo por allá. —Yan Jinyi señaló en la dirección donde estaban Ren Hanxuan y los demás.


Shen Yan rápidamente adivinó que ella iba a causar un alboroto. —Jinyi, no hagas tonterías, Ren Hanxuan es muy bueno montando caballos.


Yan Jinyi dijo con una mirada inocente, —¿Por qué debería hacer tonterías? Realmente valoro mi vida.


Después de todo, había pasado quinientos años esperando en la fila para reencarnarse. Ella sabía muy bien que Ren Huanxuan no valía la pena.


Si lo que Yan Jinyi dijo era creíble, entonces los cerdos también podrían volar realmente.


Ren Xianxuan acababa de terminar de presumir sus habilidades de montar a caballo cuando vio a Yan Jinyi acercándose lentamente.


El caballo bajo ella era del tipo que normalmente montan los niños. Al ver eso, Ren Hanxuan no pudo evitar burlarse, —Señorita Yan, ¿no sabes montar a caballo? ¿No eres una celebridad famosa? ¿Nunca has actuado en una escena de equitación?


Como una comadreja