—Hermana Jinyi, no te preocupes, ¡ella no podrá imitarte bien! —dijo optimista.
Yan Jinyi devolvió el teléfono a Lu Jing y dijo con confianza:
— Eso es seguro.
Las imitaciones siempre serán imitaciones porque la verdadera esencia nunca puede ser capturada. Además, su ropa fue diseñada por Shen Yan ella misma.
—Hermana Jinyi, ¿qué hacemos ahora? Ellos lanzaron las fotos finales antes que nosotros. Si no cambias el estilismo y maquillaje, podrían acusarte falsamente de copiarles —preguntó preocupado.
—¿De qué tienes miedo? No es como si realmente les hubiéramos copiado —respondió Yan Jinyi con calma.
Yan Jinyi parecía estar completamente despreocupada e imperturbable por este asunto. Levantó la barbilla de Lu Jing con un dedo y dijo:
— Pequeño Lu Jing, eres realmente guapo. Debo encontrar a alguien que sea lo suficientemente bueno para emparejarse contigo.