Es porque te extraño

—Mufeng se quedó sin palabras —dijo él.

—La intuición de la niña era bastante precisa.

—Había estado aguantándose durante cinco días, ¿cómo no iba a estar ansioso?

—Solo quería alimentar a Jiang Xun hasta que estuviera saciada y esperar a que ella también lo alimentara.

—Ahora Mufeng tenía muy claro cuál era la fuerza física de Jiang Xun. Después de todo, era alguien quien podía aplastar una gran roca con su pecho.

—Normalmente, todavía tenía que correr hacia y desde la escuela. Mientras pudiera correr, no tomaría un auto.

—Además, después de la experiencia de trabajar juntos, Mufeng conocía muy bien la fuerza física de Jiang Xun.

—La niña no se sentía cansada después de luchar hasta el amanecer. A lo sumo, le dolerían la espalda y las piernas, pero definitivamente podría mantener suficiente energía —pensó él.