Jiang Xun estuvo en silencio un rato antes de decir:
—Entonces te llamaré Xiao Xiao. Shu Shu suena como si te llamara tío. Sentiré que estoy siendo aprovechada por ti.
Shuxiao:
!!!
—¡Nunca me había dado cuenta de esto antes! —Shuxiao estaba sorprendida. ¡Qué tipo de cerebro tenía Jiang Xun para descubrir esto tan rápido!
—Oh no, todavía hago que la gente me llame Shu Shu o Xiao Xiao —Shuxiao murmuró—. No es de extrañar que nunca me llamen Shu Shu. Simplemente me llaman Xiao Xiao.
—Está bien, está bien —Jiang Xun la consoló—. No es para tanto. Nadie lo tomará a pecho. También saben que no lo hiciste a propósito.
Shuxiao dejó caer los hombros. —¡He conocido a muchos mayores y les pedí que me llamaran Shu Shu! ¡Qué tonta fui!
—Los mayores te llaman Xiao Xiao, así que probablemente no se tomaron este asunto a pecho —Jiang Xun solo pudo decir.