Jiang Xun quedó atónita por las palabras de Mufeng durante largo tiempo.
Después de un rato, tartamudeó —Entonces... ¿entonces por qué estás tan nervioso al pedir matrimonio?
—¿Cómo no voy a estar nervioso? —dijo Mufeng—. Te perseguí con todo mi esfuerzo antes, y fue una lucha conquistarte. Temía que no quisieras casarte conmigo, o tal vez no quisieras hacerlo tan pronto. Como dicen los mayores, es más conveniente para ti estar soltera en tu profesión. También temía que pensaras que te estoy restringiendo.
—¿Por qué pensarías eso? —Jiang Xun estaba un poco enojada. Le dio una palmada en el brazo—. Puedo ser tan descarada en la industria del entretenimiento y no tener miedo de nadie gracias a ti, ¿verdad? ¿De verdad me tienen miedo? Claro, también podrían temer mis acciones, pero más que eso, te temen a ti. ¿Por qué iba a disfrutar de todos los enormes beneficios que me traes y luego quejarme de que me estás restringiendo?