Mountain Springs

En la cumbre de su carrera, la actriz de primera lista Song Ning anunció su retiro de la industria del entretenimiento por amor, causando conmoción en la nación.
Todo el mundo pensó que debió haber encontrado su hogar ideal. Era por eso que estaba tan decidida.
Al principio, Song Ning también lo creía. Por el resto de su vida, no sería una celebridad. Solo sería una mujer virtuosa y buena que cuidaría de su esposo e hijos en casa.
Sin embargo, en la noche antes de su boda, descubrió que su prometido tenía un affair con su mejor amiga.
Furiosa, Song Ning encontró a un hombre al azar para registrar su matrimonio en la entrada del Registro Civil.
Originalmente quería vengarse de su despreciable prometido, pero no esperaba que el hombre con quien registró su matrimonio fuera el heredero del grupo financiero más grande de la nación, Mu Chen.
Después de casarse, Mu Chen adoraba a Song Ning y la protegía de todas las maneras posibles. No permitía que nadie la intimidara.
Song Ning siempre pensó que sería feliz por el resto de su vida y viviría la mejor vida que quería.
Eso es correcto, lo consiguió. Solo que era un poco diferente de lo que originalmente había imaginado. La persona que le dio todo fue alguien más.
Muchos años después...
Song Ning miraba a Mu Chen con afecto. —Realmente tengo suerte. Gracias a Dios que te conocí y me salvaste del infierno —dijo ella.
Mu Chen sonrió débilmente. —Sí, gracias a Dios —respondió él.
Sin embargo, Song Ning nunca sabría. Mu Chen no hablaba de agradecer a Dios por permitirle conocer a Song Ning. Agradecía a Dios por permitir que el prometido de Song Ning la engañara y así él tendría una oportunidad.
No había tal cosa como un encuentro accidental. Era solo una persecución premeditada.
Ese día, él esperó a Song Ning fuera del Registro Civil durante diez horas...

Señor, ¿Qué Tal Un Matrimonio?

Song Ning se sumergió profundamente en sus pensamientos. Después de un momento, dijo:


—Realmente no puedo pensar en nada ahora. El manual de bordado fue heredado del lado de mi abuela. Formaba parte de la dote de mi abuela. Tradicionalmente, se transmitía a las descendientes femeninas. Cada generación elegiría a una hija destacada para heredar el manual de bordado. En los viejos tiempos, la persona que heredaba el manual de bordado tenía que casarse con un marido que entrara a la familia, en vez de al revés, para asegurar que el manual de bordado se quedara en la familia. De cualquier manera, mi abuela siempre había sido de mente abierta. Por lo tanto, cuando llegó el turno de mi madre, mi abuela no dijo nada cuando mi madre se casó con mi padre. Le dijo a mi madre que cuando ella ya no estuviera, si yo no era buena en bordado, el manual de bordado debería ser donado al país ya que es la quintaesencia de la nación.


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