—Cheng Che miró a Jiang Jin y no pudo evitar romper en un sudor frío. Llamó suavemente —Abuela...
—Jiang Jin asintió en respuesta.
—Cheng Che se frotó la cara mientras decía —Abuela, me equivoqué.
—Jiang Jin sacudió la cabeza —No hay bien o mal. Cheng Che, eres un descendiente de la familia Yin. No hay duda de eso. En cuanto a si quieres regresar a la familia Yin o no, tendrás que sopesar los pros y los contras tú mismo. No puedes actuar impulsivamente. Puedes tratarlo como un negocio. Si no le pones sentimientos, no será difícil manejarlo.
—Cheng Che miró a Jiang Jin aturdido.
—Te he enseñado a no huir de tus problemas. Tienes que pensar en una manera de resolver tus problemas. Sabías que tendrías que tratar con la familia Yin, así que subconscientemente querías huir. Pensaste en evitarlos completamente, ¿verdad? Quieres casarte con Jiahui lo antes posible e irte de luna de miel lejos, ¿cierto? —dijo Jiang Jin.
—Cheng Che asintió tímidamente.