Conocido

Después de que todo se resolvió, Yin Jia se sentó junto a la cama y recordó la escena anterior. No pudo evitar el miedo que brotaba en su corazón.

—¿Fue un accidente o fue deliberado? ¿Era un objetivo hacia mí? ¿Es Guan Ning u otra persona? —Yin Jia tenía dolor de cabeza al pensar en estas cosas. Por eso insistía en que Cheng Che regresara a la familia Yin. Tenía que tener a alguien de su lado. Ya no podía luchar sola. Ella era la estrella de la suerte de la familia Yin, y la familia Yin debía ser suya o de su hermano menor.

En ese momento, la persona en la cama se movió, interrumpiendo los pensamientos de Yin Jia.

Yin Jia se inclinó rápidamente y preguntó:

—¿Estás despierto?

La persona la miró aturdida. Miró a su alrededor antes de moverse nuevamente. Parecía que el dolor de su herida había recrudecido mientras siseaba.

El corazón de Yin Jia se apretó. —¿Te has golpeado hasta quedar tonto?

El hombre de repente preguntó:

—¿Estás bien? ¿Te heriste?